En el centro del Maracaná, el estadio más grande de Brasil, donde han caminado leyendas como Pelé, Zico, Ronaldo o Ronaldinho, se paró un colombiano nacido en Chocó, pequeño de estatura, pero enorme en corazón y en legado: Jhon Arias, el “10 silencioso” de Fluminense, disputó su último partido con el Flu y se despidió del club que lo transformó en ídolo, justo antes de emprender vuelo hacia Europa, hacia Inglaterra, hacia su sueño: jugar en la Premier League.Fluminense perdió 0-2 ante Cruzeiro, pero nadie hablaba del marcador. Todos hablaban de él. Del hombre que, en silencio, lo había dado todo durante tres años, que llevó al equipo a la cima de América y que ahora dejará el escudo en el pecho para llevar su talento a Wolverhampton, que pagará 21 millones de euros por su pase.Jhon Arias se despidió de los hinchas del Fluminense Crédito: Fluminense FC Un último baile en casaArias ya no necesitaba confirmaciones. Ni siquiera hacía falta que Fluminense oficializara su salida. Cuando su nombre fue anunciado por el micrófono del estadio, las tribunas explotaron en aplausos. Cada toque suyo fue celebrado, cada pase recibido como si fuera un regalo. Y al terminar el partido, llegó la escena más poderosa: los compañeros lo rodearon en el centro del campo, lo aplaudieron, lo abrazaron, lo soltaron…y él se fue caminando hacia la tribuna popular, la que nunca lo dejó solo.Con los ojos vidriosos, con las manos golpeando lentamente, como si quisiera grabar cada sonido de la noche en su memoria, Arias se despidió. En la pantalla del estadio, su imagen alzando la Copa Libertadores de 2023 apareció acompañada de una palabra que lo resumía todo: “Obrigado”. Del Chocó a la élite del fútbol mundialJhon Arias nació en Quibdó y creció en medio de las dificultades que enfrentan miles de jóvenes en las regiones olvidadas de Colombia. Contra todo pronóstico, llegó al fútbol profesional con Patriotas, pasó por Santa Fe y terminó en Río de Janeiro en agosto de 2021, cuando Fluminense pagó apenas 600 mil dólares por él.Poco a poco, se ganó su lugar. En 2023 firmó su consagración con la Libertadores, título que los hinchas de Flu esperaron por más de seis décadas. Además, ganó la Recopa Sudamericana y dos Torneos Cariocas, siendo determinante en todos ellos. En total, jugó 230 partidos, anotó 47 goles y repartió 55 asistencias. Un ídolo moderno, sin necesidad de tatuajes ni escándalos. Una operación que sacude al fútbol colombianoAunque Zenit y Galatasaray habían tocado su puerta a finales de 2024, fue su actuación en el Mundial de Clubes, donde fue incluido en el once ideal, la que disparó su cotización. Wolverhampton, club inglés con fuerte presencia latina, insistió hasta cerrar el acuerdo.El traspaso alcanzó los 21 millones de euros. De esa cifra, cerca de 6 millones irán para Patriotas (aún por confirmar), que aún conservaba el 50 % de sus derechos económicos. Fluminense negoció con el club boyacense para aumentar su participación y así facilitar la venta. Arias viajará este fin de semana a Inglaterra y el lunes 21 de julio se someterá a exámenes médicos. En los Wolves será dirigido por el portugués Vítor Pereira, compartirá vestuario con su compatriota Yerson Mosquera y se reencontrará con André, su excompañero en Flu.La nostalgia de un estadio“Estoy feliz, pero al mismo tiempo triste por Jhon Arias. Triste porque nos hará falta. Feliz porque está buscando nuevos objetivos. Es muy bueno para él”, dijo el técnico Renato Gaúcho, quien sabe que ha perdido a uno de los grandes arquitectos del Fluminense campeón.Las tribunas seguían llenas después del pitazo final. A pesar de la derrota, miles de hinchas se quedaron para aplaudir a su “Pelé colombiano”, como algunos lo llaman. Jhon caminó hasta el arco, miró a la grada, levantó la mano y se despidió. Había cumplido su ciclo. Había dejado todo. Y ahora, con 27 años de edad y una maleta llena de historia, cruza el Atlántico para cumplir su gran sueño europeo. El Maracaná le dice adiós a uno de los suyos. Colombia aplaude de pie.